Trasladar a un padre anciano a una residencia suele ser una decisión difícil basada en lo que es mejor para todos los implicados. También puede ser una elección llena de preocupación por el abuso emocional, financiero o físico en su ausencia.
Depender de otros para las necesidades cotidianas puede aumentar las posibilidades de sufrir malos tratos. Aunque no es posible supervisar los cuidados de un familiar 24 horas al día, 7 días a la semana, informarse sobre las posibles señales de advertencia de maltrato puede ayudarle a protegerlo desde la distancia.
Según Psychology Today, un cuidador puede utilizar la mala salud física y memoria aprovecharlas. Con un ojo vigilante y una comunicación regular, puede evitar problemas como:
Es natural que quienes ya no pueden cuidar físicamente de sí mismos experimenten estrés al depender de otros. Sin embargo, aunque no pueda controlar lo que ocurre en el centro de acogida de su progenitor, puede minimizar las posibilidades de maltrato mediante una participación constante en su vida. En caso de que surjan preocupaciones por malos tratos, explorar sus opciones legales puede ser la mejor manera de proporcionarles la protección que necesitan.
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