Garantizar que los familiares ancianos reciban cuidados en las últimas etapas de la vida suele ser una de las principales prioridades de sus seres queridos. A menudo, se estudia detenidamente la decisión de qué residencia de ancianos se hará cargo de las necesidades de los familiares de edad avanzada.
Por desgracia, incluso en residencias de ancianos que a primera vista parecen óptimas, pueden producirse negligencias. Las personas mayores son especialmente susceptibles de sufrir lesiones, incluso en incidentes que pueden considerarse menores para una persona más joven. A continuación se describen tres lesiones comunes que pueden resultar de la negligencia en los hogares de ancianos:
Los huesos de las personas mayores tienden a ser más frágiles, lo que los hace susceptibles a roturas y fracturas. La fractura de cadera es uno de los principales tipos de fracturas entre las personas mayores, con más de 300.000 que sufren esta lesión cada año.
Las infecciones pueden ser mortales para las personas mayores y no son infrecuentes en las residencias de ancianos. De hecho, los estudios indican que hay hasta 2 millones infecciones en residencias de ancianos al año. La gravedad de las infecciones puede variar, pero afecciones como la gripe, la neumonía y otras infecciones respiratorias representan una amenaza importante para las personas mayores.
Las escaras pueden ser muy incómodas para las personas mayores. Suelen aparecer por permanecer en la misma posición durante mucho tiempo. Durante este tiempo, la piel sufre una presión indebida que puede provocar lesiones. Las escaras suelen aparecer en talones, tobillos, caderas y rabadilla.
Sus familiares ancianos tienen derecho a ser tratados con dignidad y respeto en su lugar de residencia. Si cree que una residencia de ancianos ha sido negligente en el cuidado de su ser querido, puede haber opciones legales abierto a ti.
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