El cerebro dirige el cuerpo. Por ello, su salud y bienestar son fundamentales. después de un accidente de coche. Una lesión cerebral traumática no necesita comenzar con sangre para resultar peligrosa.
Comprender algunos de los signos más sutiles del daño puede ayudar a obtener un diagnóstico adecuado antes de que surjan deficiencias graves. Dejar desatendida una lesión cerebral puede aumentar la posibilidad de daños permanentes.
Cualquier tipo de daño cerebral, tanto si se produce como parte de un golpe traumático como si se debe a una inflamación o hemorragia, puede tener efectos de gran alcance en la memoria. Dependiendo de la localización de la lesión, una persona puede empezar a notar hipo en el recuerdo de sucesos. Esto puede aplicarse a los recuerdos a largo plazo o a los más inmediatos. El Alzheimer puede aparecer con más frecuencia en personas que han sufrido una lesión cerebral.
El centro emocional del cerebro puede resultar dañado tras un accidente. Puede manifestarse en una pérdida de control sobre las reacciones ante incidentes comunes. Algunos de los primeros indicadores de que esta parte del cerebro está dañada pueden manifestarse como depresión, ira o ciclos rápidos entre ambas. Los arrebatos también pueden ser habituales en alguien con una lesión en esta parte del cerebro.
La dificultad para hablar después de un accidente puede aparecer por etapas. En primer lugar, puede resultar difícil pronunciar palabras comunes. Incluso entonces, las palabras pueden salir revueltas o incorrectas. Arrastrar las palabras es el signo más evidente de que algo va mal en el cerebro.
Tras un accidente de tráfico, acuda al médico aunque no presente lesiones inmediatas. Dejar que el cerebro sufra puede provocar problemas a largo plazo.
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