La pérdida de un ser querido, por cualquier motivo, es un acontecimiento difícil de afrontar. Sin embargo, cuando una persona encargada de ayudar a los miembros de la comunidad y mantenerlos a salvo es el culpable de la muerte de un ser querido, esto puede venir como un choque completo y completamente perturbar la vida de los miembros de la familia. Las muertes debidas al uso excesivo de la fuerza o a la brutalidad policial son difíciles de asumir; sin embargo, como en cualquier caso de homicidio culposo, los familiares supervivientes tienen derecho a emprender acciones legales.
Según informa, a demanda por muerte injusta que surgió después de que un ex agente de policía de la New Mexico matara a un hombre de 40 años se resolvió recientemente. Según los informes, el incidente tuvo su origen en un control de tráfico en febrero. El conductor tenía una orden de detención por violación de la libertad condicional, y se informó de que huyó del lugar del control de tráfico. Esto dio lugar a que los agentes fueran tras él en un intento de detenerlo.
Un agente consiguió sujetar al hombre hispano de 40 años colocándole un dispositivo de sujeción vascular del cuello. El resultado fue su muerte. El informe de la autopsia dictaminó que se trataba de un homicidio, indicando que tenía la nuez de Adán aplastada, el cerebro inflamado, costillas fracturadas y los vasos sanguíneos de los ojos dañados, lo que concuerda con la estrangulación. El agente fue despedido y acusado de asesinato en segundo grado.
La ciudad de Las Cruces, contra la que la familia interpuso la demanda por homicidio culposo, acordó pagar a los familiares supervivientes más de 1 millón de euros. Esta indemnización era por el homicidio culposo resultante del control de tráfico que provocó la muerte por asfixia de su ser querido. Además, se estipuló que la ciudad disponía de 30 días para efectuar el pago a la familia. Y aunque la familia tiene reclamaciones contra el ex policía y otros miembros del departamento de policía, el pago efectuado por la ciudad renuncia a cada una de estas reclamaciones.
Además de los beneficios económicos, el departamento de policía aceptó prohibir todas las formas de sujeción por el cuello y estrangulamiento. Además, declararon que impartirían formación bianual sobre políticas de desescalada e impartirían formación sobre prejuicios raciales.
La muerte repentina y trágica de un ser querido es un acontecimiento difícil de superar. Aunque no se puede hacer nada para deshacer el daño y traer de vuelta a un ser querido, una acción civil puede hacer frente a algunos de los daños sufridos a causa de ella. Una acción por homicidio culposo podría ayudar a garantizar la responsabilidad y ayudar a hacer frente a las pérdidas sufridas.
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