Los hijos adultos que deseen ingresar a sus padres en una residencia New Mexico deben tener cuidado con el centro que elijan. Según un nuevo estudio, pueden tener motivos para preocuparse por la negligencia en este tipo de centros. El estudio, realizado por el New York Times y Kaiser Health News, detectó varios problemas que podrían poner en peligro la salud de los residentes.
Por ejemplo, algunos instalaciones que participaron en la investigación no contaban con una enfermera titulada en plantilla hasta ocho horas al día. También había escasez de auxiliares de enfermería, que son los que ayudan a alimentar, bañar y cuidar a los residentes. La falta de auxiliares de enfermería también podría aumentar las posibilidades de que un residente sea objeto de abusos y negligencias. Sin embargo, el problema de la escasez de personal en las residencias de ancianos no es nuevo.
Desde la aprobación de la Ley de Reforma de las Residencias de Ancianos de 1987 se ha pedido más personal para las residencias. Quienes ingresan a un familiar en una residencia de este tipo deben estar atentos a la aparición de llagas o a una pérdida de peso inexplicable. Podrían ser signos de negligencia o maltrato. Un cambio de humor puede deberse a la falta de servicios sanitarios, tanto físicos como emocionales, en la residencia.
Mayores que experimentan desnutrición u otros males durante su estancia en una residencia de ancianos pueden ser víctimas de negligencia. Los familiares de una víctima pueden emprender acciones legales. Esto podría dar lugar a una indemnización por facturas médicas y otros gastos. En algunos casos, pueden concederse indemnizaciones punitivas para responsabilizar al centro de sus actos. Un abogado puede reunir pruebas fotográficas o de vídeo para demostrar que una persona ha sufrido negligencia física o emocional por parte del personal de la residencia.
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