Muchas personas tienen una imagen mental simple y clara de los síntomas de una lesión medular. Es más probable que un médico con amplia experiencia en lesiones medulares diga: "depende".
Uno de los mitos más comunes y quizá más perjudiciales es que una lesión medular, como derramar una taza de café, ocurre en una fracción de segundo y es evidente de inmediato. La verdad es que estas lesiones pueden parecer, en un primer momento, otro tipo de lesión totalmente distinto, o ninguna lesión en absoluto.
Las lesiones de distinta gravedad y localización a lo largo de la columna vertebral provocan diversos síntomas. Algunos tienen que ver con la columna vertebral de forma más evidente que otros.
El tiempo transcurrido entre el accidente y el tratamiento profesional suele decidir el grado de recuperación a largo plazo, por lo que es importante estar alerta y extremar las precauciones lo antes posible.
Tanto si provocan síntomas esperados como inesperados, las lesiones medulares requieren atención médica inmediata y de alta calidad.
Algunos signos hacen que muchas personas sospechen enseguida de una lesión medular:
Otros signos puede que no la mayoría de la gente piensa que tiene que ver con la columna vertebral:
Como cualquier parte del cuerpo, la médula espinal puede estar en estado de shock justo después de una lesión. La hinchazón o la hemorragia pueden modificar los síntomas con el tiempo, por lo que la lesión puede no ser evidente al principio.
Para conocer el alcance total y el tipo de lesión es necesario un profesional médico cualificado.
De todo esto se pueden extraer muchas conclusiones. Una de ellas es que debes esperar para obtener información completa, profesional y contrastada sobre las lesiones y sus consecuencias económicas antes de plantearse llegar a un acuerdo con una compañía de seguros y firmar un descargo de responsabilidad.
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