Sufrió una lesión por aplastamiento cuando un conductor fuera de control no pudo detener su vehículo a tiempo para evitar chocar contra usted mientras caminaba por la calle. El vehículo le golpeó y le empujó contra una pared, aplastándole ambas piernas.
Algunas lesiones por aplastamiento pueden repararse. Otras lesiones por aplastamiento son tan graves que los médicos no tienen más remedio que amputar el miembro o miembros lesionados. Esto es lo que le ocurrió a usted: la gravedad de las lesiones por aplastamiento era tan grande que no fue posible repararle las piernas.
Durante la operación de amputación, el cirujano eliminó todo el tejido lesionado. Ahora está en un centro de rehabilitación, aprendiendo nuevas formas de desplazarse. Cuando te hayas curado lo suficiente, también tendrás que ponerte una prótesis y aprender a adaptarte a ella, lo que significa volver a aprender a andar.
Los amputados como tú tienen que aprender nuevas formas de realizar tareas básicas. Puede que tengas que modificar tu casa o tu coche para adaptarlos a tu discapacidad. Como a algunos amputados, también puede resultarle imposible volver al trabajo. Incluso tus relaciones interpersonales pueden verse afectadas negativamente por los cambios en tu cuerpo, y tu estado mental también puede verse afectado por el trauma y el estrés de la situación.
Cuando el error de un conductor negligente destroza tu vida -no sólo su coche- tienes todo el derecho a esperar una indemnización justa por sus pérdidas. Cuando las pérdidas que ha sufrido son catastróficas, es aconsejable contar con asesoramiento experimentado que le ayude en el proceso de reclamación para que obtenga todo lo que pueda.
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