Cuando ingresamos a nuestros seres queridos en una residencia de ancianos, queremos estar seguros de que se encuentran en un lugar seguro. Por desgracia, el maltrato en residencias de ancianos, al igual que la negligencia, es mucho más común de lo que nos gustaría creer. De hecho, el maltrato en residencias de ancianos es responsable de 20% de las visitas a urgencias de una residencia de ancianos cada año. Puede que la negligencia no parezca un problema grave en una residencia de ancianos, pero puede tener consecuencias devastadoras. He aquí algunos ejemplos de hasta qué punto la negligencia puede perjudicar a nuestros mayores:
La alimentación no es sólo una cuestión de obtener nutrientes; también define lo bien que nuestro cuerpo puede defenderse. La falta de nutrición hace que una persona sea más susceptible a infecciones, enfermedades y lesiones. También puede impedir que una herida coagule correctamente tras una caída y hacer que una persona desnutrida pierda mucha sangre por una lesión menor.
Incluso una pequeña caída puede suponer una lesión grave para los ancianos. Una fractura de cadera o de brazo puede inmovilizar a un residente y convertirse en un problema grave si no recibe el tratamiento adecuado. Cuando el personal de la residencia no se da cuenta de que hay un hueso roto, la lesión puede agravarse hasta convertirse en una situación que requiera una amputación en lugar de una escayola.
Cuando un residente no tiene la fuerza o los medios para levantarse de la cama por sí mismo, puede quedar atrapado en ella. Permanecer demasiado tiempo en la cama puede provocar úlceras de decúbito. Estas úlceras pueden contraer una infección y convertirse en una enfermedad potencialmente mortal.
Si su ser querido ha sufrido lesiones graves debido a la negligencia en su hogar de ancianos, obtenga la ayuda que necesita para responsabilizar al personal por sus acciones. Consulte con un abogado con experiencia en abusos en residencias de ancianos para obtener la orientación que necesita para asegurar la compensación que merece por las lesiones de su ser querido.
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