La falta de personal en las residencias de ancianos puede provocar negligencias

Cuando la gente piensa en negligencia en residencias de ancianos, suele pensar que los miembros del personal simplemente no trabajan lo suficiente o no realizan las tareas que deberían. Por ejemplo, se imaginan una situación en la que un residente tira de la cuerda de alerta para pedir ayuda, pero los trabajadores del personal que oyen la alarma simplemente no se preocupan de responder con prontitud. Lo posponen y la situación empeora.

Algo así puede ocurrir, sin duda, y puede ser un problema. Pero hay que tener en cuenta que la mayoría de las residencias de ancianos carecen de personal suficiente. Un retrato mucho más exacto de la situación podría ser que la alarma está sonando en una oficina vacía, donde nadie la oye porque el uno o dos miembros del personal que están trabajando están ocupados corriendo de habitación en habitación y tratando de prestar ayuda a tantos residentes como sea posible.

¿De quién es la culpa?

Por un lado, puede alegrarse de que el personal no esté desatendiendo intencionadamente a su ser querido. Pero, por otro lado, el hecho de que tu ser querido no pueda recibir una atención rápida sigue siendo una forma de negligencia y podría tener ramificaciones muy graves.

Lo que usted puede encontrar es que la culpa es del propietario y del operador de la residencia de ancianos y no de los miembros del personal. Si la falta de personal es conocida y no se han tomado medidas para corregirla, especialmente si el propietario está simplemente tratando de reducir los costes de personal, entonces pueden estar exponiendo a su ser querido a un nivel indebido de riesgo. Si se encuentra en esta situación, asegúrese de saber qué medidas legales adoptar.