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La sobremedicación es un grave problema en las residencias de ancianos

La sobremedicación es un grave problema en las residencias de ancianos

Los ancianos esperan recibir una atención eficaz y profesional cuando ingresan en residencias de ancianos porque estos centros suelen contar con personal médico y de enfermería bien formado. Estos médicos y enfermeros tienen la obligación de mantener las normas de atención que se siguen en el resto del país. Sin embargo, estas instalaciones pueden presentar riesgos de prescripciones inadecuadas, concretamente de sobremedicación.

Los estudios demuestran que los centros asistenciales, como las residencias de ancianos, tienden a abusar de fármacos potentes, sobre todo de los antipsicóticos utilizados para tratar trastornos mentales. Este fenómeno es un problema en todo el país, con un 22% aumento nacional del consumo de psicofármacos sólo entre 2001 y 2010. Aun así, este tipo de medicación puede ser beneficiosa si se controla y se toma correctamente.

Por desgracia, los grupos vulnerables, como los adultos mayores, tienen más probabilidades de sobremedicación con estos fármacos. Estos incidentes pueden producirse por muchas razones, como no tener en cuenta tratamientos y terapias alternativos.

Además, estos medicamentos recetados suelen recibir cobertura del seguro médico en lugar de terapia, lo que los hace preferibles para los ancianos con recursos económicos limitados. Sólo en 2007, uno de cada siete residentes en residencias de ancianos recibió prestaciones de Medicare por estas potentes sustancias. Un análisis federal también reveló que algunas solicitudes de Medicare por esta medicación van en contra de la normativa sobre uso excesivo o innecesario de medicamentos. La sobremedicación con estos potentes fármacos podría tener graves consecuencias.

Una medicación inadecuada puede ser mortal

Si se recetan de forma imprudente, estos medicamentos pueden empeorar el estado de salud de una persona mayor, lo que puede provocar graves problemas de salud e incluso la muerte. El uso indebido también puede provocar efectos secundarios y síntomas graves, como un aumento de peso inusual, un mayor riesgo de diabetes y espasmos musculares.

Estas formas de la sobremedicación podría ser maltrato de ancianosque requieren una actuación inmediata para evitar males mayores. Notificar estos incidentes podría ayudar a atajar el maltrato en una fase temprana y hacer que los responsables rindan cuentas de sus infracciones.

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