Para muchas personas en Estados Unidos, las residencias de ancianos son la mejor opción para cuidar a sus familiares de edad avanzada, de modo que cuenten con el apoyo y los cuidados que necesitan. Sin embargo, una desafortunada realidad es que en muchas residencias de ancianos de todo el país, los ancianos residentes no reciben los cuidados que necesitan y son objeto de daños y abusos que pueden ser difíciles de identificar.
Si sospecha que su familiar ha sufrido malos tratos en su residencia, debe buscar otros signos de abuso para determinar si se está produciendo.
Aunque puede haber signos evidentes de malos tratos en residencias de ancianos que se pueden apreciar visualmente, en muchas situaciones, el los abusos no serán tan fáciles de identificar y tendrá que considerar cuidadosamente las pruebas.
Los signos de maltrato físico pueden ser los más fáciles de detectar. Si observa lesiones en su familiar, como hematomas, heridas parcialmente cicatrizadas, cortes u otras lesiones persistentes, éstas pueden estar causadas por malos tratos. Debe investigar estas lesiones si las encuentra. Las abrasiones o hematomas pueden ser un signo de abuso físico o sexual, por lo que si los ve debe denunciarlo.
Si observa cambios significativos en el comportamiento de su ser querido, también puede ser un signo de maltrato. Si no habla mucho, se muestra retraído y actúa de forma anormal, puede ser señal de que está siendo acosado o maltratado por el personal. Si no duerme o no come bien, pueden ser signos de estrés causado por malos tratos.
A veces, los signos de maltrato se deben a que el personal de la residencia no cuida de su ser querido. Esto puede manifestarse en suciedad, úlceras por presión, deshidratación y otros signos que el personal debería haber atendido.
Muchos casos de maltrato de ancianos implican el robo de pertenencias o dinero de los residentes en residencias de ancianos por parte de sus cuidadores, y si nota que faltan cosas, o que su ser querido siempre está sin dinero, eso podría ser un signo de maltrato. Debe tomar medidas para impedirlo, sacando los objetos de valor de la residencia o colocándolos en un lugar seguro.
Nadie merece ser maltratado, especialmente los ancianos. Por eso, si cree que se están produciendo malos tratos, lo primero que debe hacer es denunciarlo a las autoridades competentes. Si cree que se han cometido delitos, llame a la policía para que investiguen. También puede ser necesario un abogado especializado en derecho de la tercera edad para tratar el asunto en profundidad.
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