Las personas confían en que el personal de una residencia de ancianos les proporcione los cuidados y la atención necesarios para mantener a los residentes de edad avanzada cómodos y sanos. Por desgracia, ya sea por falta de atención, negligencia o malicia manifiesta, el personal puede cometer errores de medicación que conduzcan directamente a una enfermedad o a un empeoramiento del estado de salud.
En algunos casos, el maltrato en residencias de ancianos puede atribuirse a simples errores que pueden paliarse mediante formación o medidas correctivas. Otras veces, sin embargo, un error de medicación puede ser una señal de alarma sobre problemas sistémicos.
Factores que pueden influir en los errores de medicación
Los residentes en residencias de ancianos suelen depender de una variedad de medicamentos para controlar numerosas afecciones. El personal de una residencia de ancianos debe seguir un horario bastante rígido y mantener un complejo calendario de quién recibe qué y cuándo. Por desgracia, numerosos factores pueden dar lugar a errores mortales, entre ellos:
El último punto es intrigante, ya que los contratiempos de comunicación pueden surgir en casi cualquier momento. Tanto si la comunicación procede del médico, del supervisor del centro, de las advertencias de la etiqueta del medicamento o de las instrucciones dadas al paciente, estos errores pueden ser graves.
Errores en la prescripción o administración de medicamentos no sólo impiden suprimir o corregir los síntomas que padece el paciente, sino que también pueden provocar afecciones adicionales al introducir peligrosas interacciones entre medicamentos. Si teme que su ser querido anciano esté pasando apuros en una residencia de ancianos debido a un error de medicación, es aconsejable buscar el asesoramiento de un abogado experto en lesiones personales que pueda proporcionarle la orientación legal que necesita.
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