Las investigaciones sugieren que la sofisticada tecnología de asistencia al conductor podría reducir las muertes en carretera hasta en un 30% y evitar el 40% de todos los accidentes, pero un estudio publicado por AAA revela que estas mejoras de seguridad pueden tener un coste. La Fundación para la Seguridad Vial de la organización encuestó a 1.200 conductores que compraron coches o todoterrenos modelo 2016 o 2017 equipados con funciones como el control de crucero adaptativo y los sistemas de frenado automático de emergencia. Los resultados indican que los conductores de New Mexico y de todo el país son más propensos a cometer imprudencias al volante porque creen que estos dispositivos son más eficaces de lo que realmente son.
Los investigadores de la AAA afirman haber detectado una preocupante falta de concienciación entre los conductores sobre las limitaciones de sistemas de prevención de accidentes. Incluso la última tecnología de vehículos semiautónomos exige que los conductores permanezcan alerta y vigilantes en todo momento, pero casi un tercio de los encuestados dijeron a los investigadores que a veces dejan de concentrarse en la conducción y se dedican a otras tareas mientras se utilizan los sistemas de control de crucero adaptativo.
Aproximadamente ocho de cada 10 automovilistas encuestados no sabían que no siempre se puede confiar en los sistemas de vigilancia del ángulo muerto para detectar vehículos que se acercan rápidamente, y el 40% de ellos desconocía que no todos los sistemas de prevención de colisiones frontales disponen de frenado automático de emergencia. Los investigadores afirman que estos resultados plantean dudas sobre el futuro despliegue de los vehículos semiautónomos en Estados Unidos.
Los datos utilizados por los sistemas de asistencia al conductor pueden proporcionar pistas cruciales a los investigadores de accidentes y a menudo se almacenan en dispositivos tipo caja negra. Los abogados expertos en lesiones personales pueden intentar que los vehículos implicados en accidentes de tráfico inspeccionados para poder recuperar esta información. Estas pruebas electrónicas podrían ayudar a establecer la responsabilidad ante un tribunal al revelar que los automovilistas superaban los límites de velocidad indicados o conducían de forma negligente en ese momento.
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