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Por qué la noche es el momento más peligroso para conducir

Por qué la noche es el momento más peligroso para conducir

Conducir es peligroso a cualquier hora del día, pero cuanto más oscurece, más probabilidades hay de sufrir un accidente en la carretera. El factor más importante es la falta de luz; a medida que el sol se retira, a muchas personas les resulta más difícil ver en la oscuridad, incluso con la ayuda de los faros. Sin embargo, las siguientes son las razones más comunes por las que la noche suele ser el momento más peligroso para conducir.

Fatiga

Los seres humanos están naturalmente despiertos durante el día y dormidos por la noche. La presencia de luz solar estimula incluso la reducción de las hormonas del sueño, lo que hace que las personas estén más alerta y despiertas por la mañana. Sin embargo, no siempre dormimos lo suficiente. Algunas personas incluso trabajan en el turno de noche, lo que altera los ritmos naturales del sueño. Como no siempre se duerme lo suficiente, a menudo se conduce con fatiga, es decir, agotados y pudiendo quedarse dormidos al volante. Una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño reveló que 60% de los adultos han conducido estando cansados y otros 37% declararon haberse quedado dormidos al volante al menos una vez al mes. Alrededor de 4% declararon haber provocado un accidente tras quedarse dormidos al volante. Hay más gente que trabaja durante el día y duerme poco por la noche, lo que significa que la noche es más peligrosa porque está más cerca de la hora de acostarse de la mayoría de las personas. Además, vuelven a casa después de un largo día de trabajo, lo que aumenta la probabilidad de que estén somnolientos y fatigados.

Oscuridad

A medida que se acerca el invierno, los días se hacen mucho más cortos. Esta falta de luz se convierte antes en un problema mucho mayor para las personas acostumbradas a desplazarse con más luz. Como ya se ha dicho, las personas tienden a tener más dificultades para ver en la oscuridad. La percepción de la profundidad, el reconocimiento de los colores y la visión periférica suelen verse comprometidos en la oscuridad, y el resplandor de los vehículos que circulan en sentido contrario puede cegar temporalmente a los conductores. Incluso con las luces largas encendidas, la visibilidad se limita a unos 500 pies por delante del coche, lo que permite menos tiempo de reacción ante cosas que puedan detenerse delante del coche.

Mala visión

Los humanos no suelen ser conocidos por su excelente visión nocturna. Aunque podemos ver vagamente en condiciones de poca luz, esta capacidad empeora con el tiempo. Por ejemplo, un conductor de 50 años puede necesitar el doble de luz para ver tan bien como uno de 30 en la oscuridad. Para los que rondan los 60, conducir puede ser aún más difícil, sobre todo si tienen la visión comprometida como consecuencia de cataratas o enfermedades oculares degenerativas.

Hora punta

La hora punta de la tarde suele ser una pesadilla. Todo el mundo corre a casa para relajarse y cenar después de un largo día de trabajo. Los conductores a esta hora (entre las 4 y las 7 de la tarde en días laborables) suelen estar más irritables e impacientes y pueden infringir las normas de circulación para llegar antes a casa. En invierno, a esta peligrosa hora de conducción después del trabajo se añade la oscuridad, lo que aumenta el peligro.

Conductores ebrios

La última parte, y probablemente la más peligrosa, de conducir de noche es el aumento de conductores ebrios en la carretera. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), casi 30 personas mueren cada día en accidentes provocados por conductores bajo los efectos del alcohol. Si a esta ecuación se añade el número de conductores que conducen bajo los efectos de medicamentos recetados y otras drogas, la cifra aumenta considerablemente. Los conductores bajo los efectos del alcohol suelen conducir de noche, sobre todo desde medianoche hasta las 3 de la madrugada (cuando cierran la mayoría de los bares). La conducción bajo los efectos del alcohol ha disminuido aproximadamente un tercio desde 2007, pero el número de conductores bajo la influencia de sustancias controladas ha aumentado.

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